BIDASOA (22/07/06)

«En la guerra, Irun se caracterizó por su comportamiento heroico»

El especialista en fosas comunes ofreció ayer una conferencia

JOANA OCHOTECO/

Foto de Pako Etxeberria

P. Etxeberria en un momento de la conferencia de ayer. [F. DE LA HERA]

Enmarcada dentro de las Jornadas Republicanas que se han celebrado estos días en Irun, Paco Etxeberria, médico forense de la UPV y experto en fosas comunes, ofreció ayer una conferencia en el Centro Cultural Amaia en la que disertó no sólo acerca de las fosas, sino también sobre la represión padecida en Irun con el estallido de la guerra civil.

¿Sobre qué temas han hablado en la conferencia?

Basicamente hemos tratado dos aspectos. Por una parte, el que concierne a los fusilados y desaparecidos, y por lo tanto, también a las fosas comunes. El otro aspecto tratado es el de la represión que se vivió en ese momento histórico. No hemos hablado únicamente de los muertos y de las fosas, sino también de todos aquellos que padecieron la represión de los militares sublevados en Irun.

¿Hay algún caso concreto de represión en Irun que se haya tratado con especial interés?

Hemos comentado el caso de dos concejales de Irun, Florencio Yracheta y Evaristo Larrañaga. Fueron detenidos cuando viajaban de Baiona a Bilbao y conducidos a la prisión de Burgos, donde los fusilaron. Son un ejemplo de lo que les ocurrió a muchas personas de Irun.

Respecto a las fosas comunes, ¿cuántas existen en Irun?

Nosotros solamente hemos investigado una, en Behobia, pero estaba vacía. Encontramos algunos objetos, pero no los huesos.

¿Se sabe qué pudo haber pasado con los esqueletos de esa fosa?

No. Puede que fueran los familiares de las víctimas los que extrajeron los cadáveres, pero no hay ninguna certeza.

Además de ésa, también está la fosa de Pikoketa...

Sí. Al llegar la democracia, en el año 1978, se llevó a cabo una exhumación por parte de los familiares. Se extrajeron algunos cuerpos y en el lugar hay ahora un pequeño monumento que recuerda lo que sucedió allí.

¿Podrían existir más, aparte de la de Pikoketa?

No tenemos constancia de que haya ninguna más. Lo que sí ha quedado en duda es dónde fueron enterradas las personas fusiladas en el fuerte de Guadalupe. Se sabe que a algunas las llevaron al cementerio de Hondarribia. Hace unos meses, con motivo de unas obras, allí aparecieron algunos esqueletos, pero no nos avisaron y no hemos podido analizarlos.

¿Cuáles son los indicios que os pueden llevar a descubrir una fosa común en un sitio concreto?

- Casi siempre llegamos a ellas a través de testimonios de personas mayores que conocen directamente, o por línea familiar, lo que sucedió y dónde. También hay casos en los que se han dado hallazgos fruto de la casualidad.

En Irun, ¿quedan muchas denuncias de gente que sigue buscando a sus familiares desaparecidos?

Sí. Entre las solicitudes que tenemos, las hay de vecinos de Irun. Pero encontrar a los desaparecidos es una labor muy difícil.

Sobre la represión en Irun durante la guerra civil, ¿usted cree que fue particularmente dura?

Yo creo que sí. Fue uno de los primeros sitios en los que se ejerció una defensa armada y organizada por parte del pueblo frente a los militares sublevados. Por ello, posteriormente la represión fue mayor. Pero al mismo tiempo, esto dió prestigio a aquellos que habían combatido en Irun, personas llanas que contando con muy pocos medios se atrevieron a enfrentarse a los sublevados. Irun se caracterizó por su comportamiento heroico.